(Para Daniel Alonso, que lo entenderá como nadie)
Vivimos a oscuras, no porque el mundo lo esté. El mundo es un lugar luminoso. Deberíamos poder mirar las cosas con facilidad hasta quedar ciegos algunas veces. Sin embargo nos obcecamos en nuestra ceguera.
Los-cerramos
Cerramos-los
OjOs
Tercos
Tercos
con denudados
nudos
necios
Sumidos en esta oscuridad autoIMPUESTA nos sobrevuelan sin que lo sepamos casi nunca luciérnagas, seres sobrenaturales que hacen brotar la luz desde dentro de sí e iluminan cuanto les rodea, aunque no necesariamente estén dotados de alas o elementos para surcar el aire. Si una de ellas te roza con la yema de los dedos o el más común seseo de sus labios (así es suficiente) es entonces cuando te inicias a la vida y se hace la luz cual milagro bíblico. Y no porque crea en Dios, ya no creo en Dios, pero si en otras cosas, algunas tangibles y otras etéreas como esta luz que cuando llega me penetra, llena y finalmente rebosa provocando que yo también irradie luz, aunque no sea más que la de un satélite terrestre. Hermosa si, pero inútil.
A veces presientes a las personas aunque no hayas podido oler su alma.
Convencido hasta romper mis dientes de apretarlos dormido de esta máxima que la vida ha tenido a bien enseñarme, a veces he presentido-presiento-presentiré a algunas personas, personas que pudieron-pueden ser cotidianas, habitar a diez mil kilómetros o en 140 caracteres,
letras
palabras
números
abrazos
canciones
mails
miradas
llamadas
silencios
asombros
inspiraciones
susurros-gritos
momentos
aleteo
a aleteo
tweet
a tweet
Luz
a luz.
Posdata: Algunas son parte fundamental de mi vida o lo han sido, otras aún no se han materializado pero puede que lo hagan, las menos fueron un fracaso estrepitoso de mi puntería del presentimiento, y la que espero sea la mujer de mi vida a partir de algún día aún por determinar hasta la fecha, no se ha convertido en beso...
Continuará...
A veces presientes a las personas aunque no hayas podido oler su alma.
Convencido hasta romper mis dientes de apretarlos dormido de esta máxima que la vida ha tenido a bien enseñarme, a veces he presentido-presiento-presentiré a algunas personas, personas que pudieron-pueden ser cotidianas, habitar a diez mil kilómetros o en 140 caracteres,
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Luz
a luz.
Posdata: Algunas son parte fundamental de mi vida o lo han sido, otras aún no se han materializado pero puede que lo hagan, las menos fueron un fracaso estrepitoso de mi puntería del presentimiento, y la que espero sea la mujer de mi vida a partir de algún día aún por determinar hasta la fecha, no se ha convertido en beso...
Continuará...