Dimito de eso de traer flores y pagarFantas,
de escribiros poemas,
inventar juegos florales
o trazar malabarismos.
Dimito de dejarme toda la emoción de las venas
y el importe total de mi inspiración
en empresas
improductivas,
inútiles,
yermas,
que, al final,
siempre y sólo,
alumbran
mi mirada perdida
y suspiros feos
sin fuerza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario